¿Qué te gustaría que tuviera un hombre para enamorarte de él?, seguro que más de alguna vez has dibujado en tu cabeza un prototipo de tu hombre ideal. No flipes, el príncipe azul no existe, además lo bueno que tiene esto es que nunca sabes quién te va hacer vibrar 🙂 pero…
…Imagínate que es independiente, maduro, inteligente, amable y sabe hablar, sabe escuchar, está pendiente de ti y te deja tu espacio, te comprende y sabe cómo te sientes, es tu apoyo, tu confidente, va de frente y es sincero, te protege, te hace reír, sentir viva y es muy buen amante…
Si te has agobiado ya, por favor dale a la ‘x’ de la ventanita y no sigas leyendo, de lo contrarío caerás prendida 😉
En el mundillo del baile, de todos es bien sabido que cuando existe conexión entre una pareja, la famosa química, las sensaciones pueden hacer que tu mente vaya más allá e incluso puedas llegar a pensar que esa persona podría tener estas mismas cualidades en la vida real. No tengo ninguna duda de que esos bailarines existen en la vida real 😉
Aquí te dejo algunas de sus cualidades:
- Amabilidad. Te sacará a bailar educadamente, ofreciéndote su mano y acompañándote a la pista donde al terminar la canción te preguntará tu nombre y te dirá el suyo acompañado de dos besos.
- Elegancia. Te llevará bien, sin tirones y dirigirá sin crearte dudas, será muy fino sin hacerse notar demasiado y dejándote a ti todo el protagonismo. Te mostrará lo que lleva dentro sin condiciones.
- Empatía. En el inicio de la canción captará como bailas y se adaptará a tí sin realizar figuras excesivamente complicadas, te sentirá y sabrá cómo te sientes bailando, por lo tanto te hará sentir que sois uno sin dejar de ser vosotros dos.
- Ritmo. Es lo fundamental para poder bailar, un buen bailarín sabe llevar el ritmo perfectamente y si detecta que no lo lleváis utilizará sus mejores recursos para volverte a llevar a tiempo sin que te des cuenta.
- Coordinación. Un buen bailarín posee esta cualidad después de años de baile, al final tanta práctica hace que hasta las cosas más difíciles salgan solas de manera sencilla.
- Resistencia. Será capaz de bailar y bailar toda la tarde/noche.
- Musicalidad. Esta cualidad se obtiene cuando se tienen muchas de las anteriores. Está basada un hacer coincidir tu baile con la música. Estar pendiente de la pareja y la música se puede hacer, pero hacer coincidir los golpes y parones de la música con tu pareja eso ya es otra historia, tranquila no es un problema.
- Respetuoso. Te da tu espacio para que puedas desenvolverte y aunque haya una corta distancia entre vosotros, te hará sentir segura y no sacará partido de una situación impropia de un bailarín con cualidades como la amabilidad y la elegancia.
- Cuidadoso. Está pendiente de ti, se asegura que estás bien dentro del entorno de la pista, llevándote y protegiéndote de esos sitios de la pista donde otros menos expertos no pueden todavía ser tan cuidadosos.
- Picarón. Jugará, te ofrecerá la mano y la cambiará, te frenará, girará, bloqueará, te pasará los dedos por la cintura mientras giras, su mano acariciará tu pelo y descenderá hacia tu barbilla y se deslizará por tu cuello, te mirará y pasará sus dedos por tu hombro y al girar los deslizará por todo tu brazo hasta sujetar tu mano de nuevo, te parará cogiéndote de la cintura y volverá a mirarte para finalmente llevarte al ‘cross’ suavemente. Bueno, y todas esas cosas que no esperas y que harán que quieras volver a bailar con él.
¿Qué te parece?. Seguro que has identificado muchas de las cualidades que tiene un bailarín y si además fuera así en la vida real, ¿te imaginas?.
Pues mira, imagina la conexión:
– Independiente y maduro –> Tiene elegancia, ritmo, resistencia y es respetuoso
– Inteligente –> Tiene empatía y musicalidad
– Sabe hablar y escuchar –> Tiene amabilidad y empatía, es cuidadoso y respetuoso
– Está pendiente de ti y te deja tu espacio –> Es respetuoso
– Te comprende y sabe cómo te sientes –> Tiene empatía
– Es tu apoyo, tu confidente –> Es cuidadoso y respetuoso
– Va de frente y es sincero –> Tiene amabilidad y elegancia
– Te protege –> Es cuidadoso
– Te hace reír y sentir viva –> Es picarón.
– Es buen amante –> tiene ritmo, coordinación y resistencia.
– Es muy buen amante –> tiene empatía, ritmo, coordinación y resistencia
– Es demasiado buen amante –> es picarón, tiene empatía, ritmo, coordinación y resistencia.
– Es muy bueno y demasiado buen amante –> es picarón, tiene empatía, ritmo, coordinación, resistencia y su musicalidad te hará tocar las nubes.
¿A qué distancia has estado de uno de estos especímenes? ¿y bailando? 😉 Ve a por él si aún no lo tienes!!!!!, ya sabes ‘no risk, no fun’ 🙂
En fin, creo que no hace falta decir nada más.
Nos vemos en la pista de baile 😉